Una aplicación móvil o app, es una aplicación informática diseñada para ser ejecutada en teléfonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos móviles y que permite al usuario efectuar una tarea concreta de cualquier tipo (profesional, de ocio, educativas, de acceso a servicios, etc.), facilitando las gestiones o actividades a desarrollar.
Por lo general se encuentran disponibles a través de plataformas de distribución, operadas por las compañías propietarias de los sistemas operativos móviles como Android, iOS, BlackBerry OS, Windows Phone, entre otros. Existen aplicaciones móviles gratuitas u otras de pago, donde en promedio el 20-30 % del costo de la aplicación se destina al distribuidor y el resto es para el desarrollador.
Por lo general se encuentran disponibles a través de plataformas de distribución, operadas por las compañías propietarias de los sistemas operativos móviles como Android, iOS, BlackBerry OS, Windows Phone, entre otros. Existen aplicaciones móviles gratuitas u otras de pago, donde en promedio el 20-30 % del costo de la aplicación se destina al distribuidor y el resto es para el desarrollador.
Al ser aplicaciones residentes en los dispositivos están
escritas en algún lenguaje de programación compilado, y su funcionamiento y
recursos se encaminan a aportar una serie de ventajas tales como:
- · Un acceso más rápido y sencillo a la información necesaria sin necesidad de los datos de autenticación en cada acceso.
- · Un almacenamiento de datos personales que, a priori, es de una manera segura.
- · Una gran versatilidad en cuanto a su utilización o aplicación práctica.
- · La atribución de funcionalidades específicas.
- · Mejorar la capacidad de conectividad y disponibilidad de servicios y productos (usuario-usuario, usuario-proveedor de servicios, etc.).
Llegado a este punto es importante que una “app” no es una
aplicación web, tampoco es un sistema operativo, ni un servicio de alojamiento
informático o web.
Un sistema operativo es un programa o conjunto de programas
informáticos que gestiona el hardware de un dispositivo y administra el
servicio de aplicaciones informáticas (Windows, iOS, Android, etc.).
Las aplicaciones web son herramientas alojadas en un
servidor, a las que los usuarios pueden acceder desde Internet mediante un navegador web genérico o específico, dependiendo del lenguaje de
programación (moodle) .
Un servicio de alojamiento informático o web permite a
organizaciones e individuos subir, alojar, gestionar o almacenar contenido en
servidores físicos o virtuales. Por ejemplo: Dropbox sería una aplicación de
software destinada a ser un servicio de alojamiento de archivos multiplataforma
en la nube, a la cual se puede acceder a través un interfaz web o de una app.
En los últimos años los servicios de informática distribuida
han permitido que las organizaciones, incluidas las educativas, puedan
gestionar sus procesos, actividad y aplicaciones informáticas a través de
empresas que ofrecen comercialmente "software como servicio" (SaaS)
alojado en un centro de datos o en servicios en la "nube", y grandes
redes de ordenadores pueden formar una "malla" que representa una
potencia considerable (Google, Amazon, Microsoft).
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